Inyecciones antiarrugas de Botox: ¿cómo funcionan?

La toxina botulínica , una sustancia producida naturalmente por la bacteria Clostridium Botulinum , interrumpe temporalmente la transmisión de los impulsos nerviosos que determinan la contracción de los músculos mímicos. Por lo tanto, las arrugas faciales causadas por una contractura excesiva de los músculos mímicos faciales se suavizarán. Se inyecta en los músculos individuales cuya actividad se desea modular para atenuar las arrugas de la piel. La acción directa de la toxina botulínica no es corregir el volumen de la arruga con un relleno, sino causar un bloqueo de la contracción muscular que conduce, por lo tanto, a la posterior relajación de la piel . Interactúa con las terminaciones nerviosas de los haces musculares y reduce su capacidad de contracción. Por lo tanto, se inyecta en los músculos correctos para determinar un bloqueo del movimiento de esas partes anatómicas. Este bloqueo suele prolongarse durante 4-6 meses, después de este período, el tratamiento debe repetirse.

Botox: efectos

La toxina botulínica no puede resolver las arrugas muy profundas ni las causadas por el envejecimiento cutáneo en general. El mecanismo de acción se explica por el bloqueo de la liberación de acetilcolina en la unión entre el nervio que transmite el estímulo de contracción al músculo y el músculo que realiza la contracción . Por lo tanto, el efecto obtenido es el de un debilitamiento selectivo y reversible de los músculos en los que se inyecta la toxina, en dosis muy pequeñas. Este efecto no se manifiesta inmediatamente, sino entre 2 y 7 días después del tratamiento, y persiste durante unos 4 o 5 meses, para luego disminuir. No se recomienda la exposición solar inmediata; debe evitarse durante unos 10 días. Evite los masajes faciales en los primeros días posteriores al tratamiento, ya que pueden causar vasodilatación y posible migración del producto.

Indicaciones:

Corrección de arrugas horizontales en la zona frontal , tratamiento de arrugas glabelares y verticales localizadas en la raíz de la nariz; corrección de arrugas perioculares , comúnmente conocidas como "patas de gallo". Su amplio uso en medicina estética se justifica también por la ausencia de efectos secundarios significativos (ningún evento grave o mortal en veinte años de uso) y la reversibilidad de la acción terapéutica.

Contraindicaciones:

– enfermedades neurológicas como miastenia gravis, SLA, esclerosis múltiple, síndrome miasténico autoinmune; – embarazo y lactancia; – terapia antibiótica; – alteraciones psíquicas