Tratamientos efectivos para las ETS más comunes

Muchas de las principales ETS tienen una cura eficaz, basada en antibióticos u otros tratamientos; otras, como el VIH, el VPH y el herpes, no tienen cura, pero pueden controlarse para aliviar sus síntomas o simplemente reducir la probabilidad de infección. Un factor clave para un tratamiento eficaz contra las ETS es el diagnóstico temprano. Pero veamos cómo se pueden tratar las ETS, ya sean curables o incurables.

Diagnóstico de ETS

Evaluar y diagnosticar con precisión una ETS solo a partir de los síntomas no es tarea fácil para el médico. En primer lugar, como ya vimos en el artículo dedicado, en muchos casos las ETS no presentan síntomas evidentes. Por lo tanto, si el médico sospecha la presencia de una ETS, generalmente recomendará algunas pruebas de control para evitar un posible resultado negativo. Un simple análisis de orina o sangre proporcionará información útil al profesional de la salud; en caso de manifestaciones cutáneas genitales, llagas y secreción, también se recomienda un frotis genital. Estas pruebas están disponibles en farmacias para algunas de estas enfermedades, aunque no siempre son fiables; sin embargo, las pruebas de ETS también pueden realizarse en el consultorio del médico o en una clínica de salud sexual. Tomemos como ejemplo la conocida prueba de Papanicolaou . No es una prueba de ETS, sino una prueba para detectar células precancerosas en el cuello uterino; de hecho, una prueba de Papanicolaou negativa no descarta las ETS.

Tratamientos de ETS

Dependiendo de la ETS diagnosticada, habrá tratamientos específicos, no solo para el paciente, sino también para la pareja. Esto es crucial: estos tratamientos deben realizarse simultáneamente en parejas para evitar el contagio mutuo. En el caso de las enfermedades de transmisión bacteriana, los antibióticos suelen ser eficaces. Deben tomarse de forma regular y continua durante el tiempo indicado por el médico, incluso si se observa una mejoría. Sin embargo, en el caso de las enfermedades de transmisión viral, los antibióticos no son eficaces. Desafortunadamente, la mayoría de las infecciones virales no tienen cura, mientras que otras pueden curarse por sí solas. Existen opciones de tratamiento para aliviar los síntomas y reducir el riesgo de transmisión: por ejemplo, existen medicamentos para retardar el desarrollo del VIH o para reducir los brotes de herpes. Finalmente, en el caso de enfermedades como la ladillas, la tricomoniasis o la sarna, es decir, no causadas por virus ni bacterias, sino por otros pequeños organismos, existen tratamientos basados en medicamentos de uso oral o tópico.